Los usuarios beneficiarios del proyecto Haku Wiñay, proyecto gestionado por la Municipalidad de Mórrope ante FONCODES, vienen produciendo biofertilizantes líquidos y sólidos a base del aprovechamiento de residuos orgánicos, a fin de proveer el mismo a sus terrenos y así ofrecer una gran cantidad de nutrientes a las plantas y mejorar la estructura del suelo.Los biofertilizantes que se vienen elaborando son líquidos (biol) y sólidos (compost), los cuales son elaborados con residuos orgánicos como estiércol (ganado vacuno, gallina, cuy), melaza, cáscaras de huevos, papaya, chicha y otros que los agricultores tengan a disposición. El producto final servirá para utilizarlos en el proceso de siembra de biohuertos que contempla el proyecto de FONCODES.La municipalidad, viene fiscalizando el desarrollo de este proyecto a través de la Sub Gerencia de Desarrollo Económico Local, y promoviendo a los agricultores a las buenas prácticas agrícolas, pues la ventaja de la biofertilización a diferencia de la fertilización química radica en la técnica de utilizar productos naturales que no dejen residuos tóxicos en el suelo, agua y cosechas, disminución de los costos en la aplicación de plaguicidas y protección al agricultor y medio ambiente.María, usuaria beneficiaria del proyecto manifiesta: “Estamos aprendiendo nuevas técnicas muy interesantes que van a ayudar a nuestras tierras y a que los productos sean mejores sin tantos insecticidas que son costosos y perjudican a nuestra salud, ahora hemos aprendido a no botar los desperdicios y a saber seleccionarlos y convertirlos en abono”. Indicó.Este trabajo no sería posible sin la asistencia técnica de los yachachiq o asistentes técnicos que vienen acompañando en la enseñanza a los 447 beneficiarios.Por otro lado, se viene haciendo entrega de otros productos para las buenas prácticas del lavado de manos, ante la coyuntura actual que se vive.
